Ferran Sánchez: Història. Divulgació. Docència.

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"Sólo unos pocos prefieren la libertad; la mayoría de los hombres no busca más que buenos amos" (Salustio)

viernes, 3 de julio de 2009

JEAN RENÉ AYMES, LA FRANCIA ACOGEDORA



La actividad investigadora más conocida de Jean-René Aymes, catedrático emérito de español de la Universidad de París III, gira en torno a las guerras napoleónicas, pero su pasión como hispanista sobrepasa esa cronología. Así lo demuestra en el libro Españoles en París en la época romántica 1808-1848, publicado el año pasado por Alianza. Aunque el conocido historiador francés se apasiona especialmente por la literatura, y la relación entre cultura y política, el libro describe las tres oleadas de exiliados españoles durante el periodo: los afrancesados en 1815, los liberales en 1823 y la oposición contra Espartero entre 1840 i 1843. El profesor Aymes me recibió en su domicilio de París y, junto a Virginia Gendre, tuve la oportunidad de preguntarle por este libro, que pone de relieve una vez más la persecución del contrario como una de las constantes de la historia de España:

¿Hay un retrato robot del exiliado español en el París del romanticismo? ¿Tienen algo en común las tres oleadas de exiliados?

No, no hay ninguna imagen robot unitaria, porque el periodo es amplio. El único estereotipo es que están en París de paso, con la impaciencia de volver a España sin amenaza de castigo o represalia, y cuando se prolonga su estancia en París –empapados de recuerdos- sufren la nostalgia de la pérdida. Algunos pierden la esperanza de volver y empiezan a construir una nueva vida. Es el caso de los afrancesados o josefinos que pierden la esperanza de ser absueltos e intentan encontrar solución material para prolongar su estancia. Entre ellos, el inventor de la gimnasia, Amorós, o un médico y científico, Orfila. Ellos se están nacionalizando de forma irreversible, mientras que en cambio los liberales siempre mantienen la esperanza de poder volver a España si se derrumba el régimen absolutista, están en tránsito.



¿Por qué eligen París como destino de su exilio si saben que –por la naturaleza del régimen restaurado- van a ser vistos con suspicacia y van a estar vigilados?

Porque París era la capital de la Europa política y cultural. La prueba es que –en tiempos de liberalismo triunfante, durante el Trienio, por ejemplo- los que se exilian a Francia no eligen París como destino, sino que se quedan en la frontera pirenaica. Son carlistas y absolutistas que prefieren quedarse cerca de la frontera porque allí les resulta más fácil conspirar, encontrar apoyos en el País Vasco y Navarra. En cambio, los liberales que van a París lo hacen porque están a medio camino entre Madrid y Londres, foco acogedor para los conspiradores. Es una paradoja ir a París pese a que no es la ciudad más hospitalaria para los que están bajo la mirada suspicaz de la policía absolutista, es cierto.

El resto de la entrevista se publicará en el próximo número del boletín de la asociación Fent Història. No sólo lo recibirán nuestros socios: también se podrá encontrar en muchas bibliotecas públicas y universitarias catalanas. Nuestro agradecimiento más sincero al profesor Aymes: escucharle fue, como leerle, un placer.