Un espacio para el encuentro con historiadores y apasionados por la Historia. Con los que se emocionan con la polémica historiográfica, con la divulgación o la investigación. Y creen en la Historia como instrumento de compromiso social. Porque somos algo más que ratones de biblioteca o aprendices de erudito. Porque nuestro objeto de estudio son personas.
Ferran Sánchez: Història. Divulgació. Docència.
lunes, 16 de enero de 2012
EBOLI. SECRETOS DE LA VIDA DE ANA DE MENDOZA (2006)
El parche que cubría el ojo derecho de Ana de Mendoza escondía mucho más que la ambición de quien –como Grande de España- podía llamar “primo” a Felipe II. Seducido por su atractivo y su triste destino, Nacho Ares abandona su ámbito habitual de estudio, la Historia Antigua. Con rigor, confiesa nuestras lagunas sobre doña Ana, y -consciente de que hay poca producción seria sobre el tema-, se sirve de los historiadores locales de Pastrana, la villa ducal desde cuya corte renacentista los Mendoza gobernaban noventa mil vasallos de ochocientos pueblos distintos. Acude también a los legajos del Consejo de Estado que pueden alumbrar qué oscuros intereses aunaron a la princesa con Antonio Pérez, secretario de Felipe II. ¡Cuantos ríos de tinta ha desbordado el asesinato de Escobedo, el secretario del gobernador de Flandes y hermanastro del rey, don Juan de Austria, una noche de 1578! No sabemos qué tuvo que ver la de Éboli, pero su estrecha amistad con Antonio Pérez la involucró de tal modo que el rey –que los había detenido a los dos- la mantuvo a buen recaudo el resto de sus días. Mientras, Antonio Pérez sufriría tormento, un largo proceso, escaparía a Aragón y se acogería a sus fueros. El choque entre constituciones aragonesas y venganza regia acabaría en tragedia, pero el autor no se distrae en la complicada trama política y prefiere acompañar a la princesa de Éboli durante su largo encierro, mientras Antonio Pérez sataniza al rey Felipe en la obra paradigmática de la Leyenda Negra, a sueldo de monarcas rivales. A la afortunada descripción del plomizo ambiente de la reclusión apenas le falta profundizar en la causa de tanto ensañamiento: ¿quizá la implicación de la de Éboli en la política portuguesa, justo cuando el rey ponía sus ojos en aquella corona vacante? Parece que la princesa seguirá guardando secretos detrás de su parche.
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